Respuesta: Dr Germán Stemmelin
Este tipo de terapia ya ha sido utilizada desde 1890; en Argentina para la Fiebre Hemorrágica y en las últimas epidemias virales (Ébola, SARS-CoV, MERS-CoV, etc). En el caso de las epidemias virales mencionadas, los resultados no fueron concluyentes.
En el actual contexto de la pandemia por SARS-CoV-2 (COVID-19) y sin tratamientos efectivos probados, la FDA ha aceptado el tratamiento con PC como “emergency clearence” para pacientes críticamente enfermos (24.03.2020).
Al 5 de Abril hay reportados en la literatura 9 pacientes severos tratados con PC recolectado por aféresis. Seis de los 9 pudieron ser dados de alta. En todos los casos, hubo múltiples tratamientos concomitantes, los volúmenes y el número de transfusiones fueron muy variables, así como el día de infusión. Para su valor como evidencia deberían ser entendidos como “serie de casos”, por lo cual las conclusiones deben ser tomadas con extrema cautela.
En base a la escasa evidencia, aun no podemos responder preguntas como,
¿Cuál sería el mejor momento para tratar?
¿Cuál es la “dosis”?
¿Serviría como profilaxis en población de riesgo?
¿Cuál es la incidencia de complicaciones (TRALI, etc)?
Se han iniciado trabajos controlados y algunos laboratorios trabajan “contra reloj” para producir preparados purificados con altos títulos de Ac anti-SARS-CoV-2.
En conclusión, a la fecha los resultados son muy preliminares, pero parecerían indicar cierta efectividad con baja toxicidad.
Referencias:
- Chenguang Shen y col. JAMA 2020
- Tiberghien P. Vox Sang 2020
- Casadevall A y Pirofski LA. J Clin Invest 2020
- Wong HK y Lee CK. Vox Sang 2020
- Jawhara S. Int J Mol Sci 2020
- Hopkins Tanne, J. BMJ 2020
- Zhang B y col. Chest 2020
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